La profesora Paola Raffeta, profesora de Historia de la Cultura Persa en la Universidad de El Salvador desde hace diez años, había participado en la campaña de renuncia colectiva se expresó públicamente contra la iglesia católica. Al día siguiente, en la universidad, privada y confesional, le notificaron la cesantía. Interviene el Inadi.
La USAL fundamentó el despido en la letra de su Estatuto Académico, que en su artículo 39, inciso “e”, establece que los docentes tienen entre sus “deberes” la obligación de “no difundir ni adherir a concepciones que se opongan a la doctrina católica”.
Ya se presentó la denuncia ante la Defensoría del Pueblo de la ciudad de Buenos Aires y el Inadi, por “discriminación religiosa e ideológica”.
“No sólo es discriminatorio, es inconstitucional. Ellos pueden pedirme que no difunda doctrinas dentro del aula, pero no pueden impedirme adherir a cualquier concepción o religión distinta de la de ellos" afirmó Paola en una entrevista.
El 31 de marzo se publicaron en un diario declaraciones suyas, en el marco de la presentación de apostasía colectiva. Un día después, le llegó la notificación del despido.
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